yoringger

domingo, 13 de marzo de 2011

Gladiador de la noche

La rudeza de sus ojos aniquilo la debilidad del oponente,
paradójico porque en el instante que daría el golpe, se suponía
que tendría que aguantar, como lo hizo Prometeo al ser desollado.

Son varias las peleas arregladas en el viejo imperio
Nadie pensaría que bajo el lánguido cuerpo de ese gladiador,
Se encuentra el espíritu de un héroe épico.

Son más de las tres de la mañana, y aun, sigue en pie
Cual guerrero romano, aun, Morfeo no puede apoderarse de sus sueños.

Ya en el crepúsculo cede a sus deseos carnales.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial. Es como estar anamorado de la idea del amor y no reducirlo a un efímero pedazo de carne. Alguna vez le escribí a una botella rota, también a un pájaro inválido y a unas cuantas equis.